Amante fiel (2018)
Título original L'homme fidèle
Francia
Louis Garrel, Jean-Claude Carrière
Philippe Sarde
Irina Lubtchansky
Why Not Productions / Canal+ / Ciné+ / Région Ile-de-France
Louis Garrel recicla la nueva ola francesa en su segundo filme como director en su Amante fiel - o mejor dicho l'homme fidèle-. La voz en off nos recuerda mucho a este movimiento cinematográfico, al igual que la fotografía, la cual, curiosamente, fue hecha por Irina Lubtchansky, hija de uno de los principales directores de fotografía de la nueva ola francesa, por tanto su selección no parece ser hecha al azar. El guión lo co-escribió Garrel con otra figura importante del cine: Jean-Claude Carrière, guionista de películas de Luis Buñuel durante su tiempo en Francia, mismo momento en el que la nueva ola francesa se consolidaba.
Haciendo honor al movimiento que parece haber inspirando al director, la película nos transporta a un recuerdo, la narración se siente como una memoria, tiene tonos etéra como un sueño o bien los recuerdos, mismos que siempre van cambiando conforme se van recordando o contando en el caso de esta historia -algo muy típico de la nueva ola- . La analogía con la memoria viene a cuento cuando la historia inicia con un flashback, nuestro héroe, también interpretado por Garrel, nos narra como se terminó su relación con Marianne (Laetitia Casta), quien lo deja perplejo al decirle que está embarazada y el padre es su mejor amigo. A partir de ahí empezamos a conocerlo y da rienda a un ensayo, en voz en off, sobre el amor y desamor. Posteriorme, Abel (Louis Garrel) nos narra que su ex mejor amigo había muerto. Su amistad, antes de la ruptura con Marianne, era muy estrecha, por tanto su asistencia era casi obligatoria al funeral. En ese espacio lúgubre, Abel se reencuentra con ella, el amor de su vida -así es como lo plantea Abel-, ahora con su pequeño hijo de 9 años Joseph (Joseph Engel), el culpable de la separación entre ellos tres. De igual manera, nos presentan a la pequeña cuñada de Marianne, Eve (Lily Rose Depp), quien desde tiempos memorables tiene una obsesión con Abel. Después de la inevitable reconciliación entre Marianne y Abel, Eve decide que es momento de conquistarlo, dibujando un triángulo amoroso un poco común.
Parecen los triángulos amorosos un tópico recurrente en el cine francés, tal vez por esa obsesión es que coloquialmente se les llama: ménage à trois. Garrel no es extraño a este tipo de romance, lo hemos visto envuelto en múltiples triángulos a través de su filmografía, el más popular de ellos es el de Dreamers (2003) dirigida por Bertolucci, cinta que vemos en todas las redes sociales que comparten momentos míticos del cine, convirtiendola en una obra de culto. Otros triángulos amorosos en los que ha estado presente son en Love songs (2007), un musical muy interesante y por último, la opera prima de Garrel: Two Friends (2015).
Sin embargo, la principal diferencia entre el triángulo de su primera película es que en la primera había una mujer deseada por dos amigos, y en esta es él, el objeto de deseo, casi dejándolo sin el poder de elección. Recordando la primera cinta dirigida por él podemos pensar que la segunda es como una continuación de ella. En terminos generales, la cinta es una comedia dramática ligera que tiene tres narradores que tratan de explicar el motivo de sus emociones. Esta forma de saltar de personaje a personaje hace que el ritmo sea ligero e ingenioso. Por otra parte, analizando a mayor profundidad, no tiene mucho sentido este triángulo, en primer lugar por qué regresaría Abel con Marianne, y quién toma con tanta calma la llamada a guerra por el amor de un hombre. Pero es precisamente esa incoherencia la que llena de frescura y humor a la historia.
Es importante señalar que Louis Garrel como director promete mucho, su manera de dirigir a los actores hizo que todos brillaran en su momento, ninguno opaco a otro. Esto tal vez se puede atribuir a que él como actor ya es fántastico, personalmente es de mis acotres favoritos. Una cara fresca es la de la hija de Johnny Depp quien parece haber heredado el talento de su padre, esperemos verla en más cintas.
Para concluir, si eres fan del cine francés y la nueva ola francesa te resulta uno de los mejores movimientos cinematográficos es posible que se convierta en una de tus películas favoritas del año. Y en general, para cualquier espectador es muy disfrutable y diferente a lo que normalmente hay en cartelera.
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