Análisis de A él no le gustas tanto (2009)


En los últimos días, me he vuelto más analítica con el contenido que consumo. Han sucedido realizaciones que me han hecho cuestionarme muchas cosas aprendidas, especialmente en temas de género. 

No es sorpresa que el cine sea un medio para transmitir ideas - algunas veces nocivas - que a posteriori devienen comportamientos o prejuicios. Otras veces, lo que vemos en películas o series son nuestro referente de vida. Queremos y anhelamos la vida de los héroes o heroínas que visualizamos en una verdad muy falseada.

Precisamente hoy vi dos publicaciones que me inspiraron a escribir este (pseudo)análisis, uno de ellos decía que la creadora de Sex and the city tampoco creía que Big y Carrie fueran almas gemelas, y la última fue la idealización de la pareja de Chuck y Blair de Gossip Girl. Ver tan cerca estas parejas tóxicas tan aclamadas me despertó el comentario: "Es increíble como romantizamos a los hombres complicados". 



Al hilo del pensamiento recordé la icónica cinta de "A él no le gustas tanto", ya que en esa misma romantización, nosotras creemos que somos la excepción del chico. Que el hombre tóxico, manipulador y controlador cambiará como en su momento lo hizo Chuck para Blair. Cuando la vida real no es así. Tomemos de ejemplo a Justin Bieber y Hailey Baldwin, ella cree que es un centro de rehabilitación para Bieber, cuando no lo es. 

Todo ese debraye me llevaba a la constante de "A él no le gustas tanto", porque ese filme se convirtió en una biblia para mí. Aprendí mucho de lo que nos enseñan constantemente los medios, y las gentes: "si te trata mal le gustas". O incluso todas las películas que nos montamos porque estamos seguras que la persona que nos gusta nos buscará. Cuando es tan sencillo como el título: "a él no le gustas tanto".

Muy apesar de que quizás no consiga aprobar el test de bechdel nos enfrenta a nosotras mismas con una verdad tan sencilla, con la realización de que nosotras no debemos esperar por alguien que nunca llegará. Es terriblemente realista a la vez que esperenzadora y exageradamente cursi. El final es una promesa, una continuidad de que quizás esta vez si serás la excepción, aunque también nos recuerda que la felicidad tal vez no es el matrimonio. 

Es una propuesta coral valiosa, que nos da una lección de vida muy fuerte. La película está basada en un libro homónimo de auto-ayuda para las mujeres, mismo que se inspiró en un capítulo de Sex and the city, donde se explica el comportamiento de los hombres después y durante una cita. Fue escrito por Greg Behrendt, Liz Tuccillo, asimismo la dirección de la entrega cinematográfica estuvo a cargo de Ken Kwapis y aunque haya mucha visión masculina, es parte del encanto de la historia, ya que nos da a conocer realmente que piensan y de que modo podemos saber si realmente le interesamos o no.

Regresando al comienzo, esta cinta no es una comedia feminista, solo es una interesante disección de las parejas heterosexuales y como nos enseñan a las mujeres erróneamente que si un hombre nos maltrata seguro es porque le gustamos, cuando definitivamente, de igual manera nos señala como creamos excusas para los hombres creyendo que mágicamente nos querrán.

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