NUEVO ORDEN: ¿tanto pedo para... esto?




Por ahí dicen que somos las películas que vemos, los libros que leemos, etc. Dicen también que cuando interpretamos una historia, parte del proceso son las lecturas pasadas, como también los prejucios que cargamos.

Me parece interesante hacer una analogía con prejuicios y «Nuevo Orden» la nueva cinta de Michel Franco, misma que se estrenó esta semana en los cines mexicanos. Lo interesante de dicha analogía son los prejuicios que se hicieron antes de su estreno.  La polícia moral twittera decidió que esta cinta era lo peor que le pudo pasar al país, prácticamente. Que si es racista, que si es clasista, que si nos hace empatizar con los ricos, entre tantas más sinrazones.

Para acabarla de arruinar Michel Franco demostró que no comprendía que whitexican no es un termino racista. Por lo tanto, obviamente su película es una apología a la Burguesía mexicana. Es la fantasía sexual de los líderes de FRENAA. Todo esto, cabe decir, fueron prejuicios que se esparcieron como virus. 

¿La película es racista? para responder esto tendríamos que definir antes ¿qué es una película racista? cuáles son los puntos a cumplir, debemos siempre pintar a las personas racializadas como buenos y los héroes de la historia para no caer en el racismo. Por otro lado, yo no soy una persona racializada ni pobre, de modo que no puedo afirmar que «Nuevo Orden» no peque de todo lo que se le acusa, sin embargo, todos estos prejuicios y criticas no los comparto después de visualizarla. Quiero resaltar que evidentemente el director carece de la sensibilidad que mucha gente tiene acerca los temas sociales que retrata. El filme sí es un poco caricaturesco, ya que los personajes no tienen mucha profundidad. Podría decir que raya en el melodrama telenovelesco con un poco más de presupuesto y violencia.

El cine de Michel Franco...

He visto muy pocas películas de este director mexicano, no obstante por desgracia puedo decir que me tope con «Daniel y Ana», una historia donde se habla de una familia rica y hay algunas escenas violentas y bastante incómodas que me dejaron traumatizada. En pocas palabras, la odié, si bien no la consideré una película mala. Comparando esa obra con la más reciente del realizador mexicano, puedo decir que me dejó casi el mismo sabor de boca. Esta vez, no de odio, sino más bien me quede sin más. 

Asumo por la polémica de «Después de Lucía», otra cinta de él, que Franco se queda al medio camino de sus historias y disfruta de llenando los vacíos con la explotación de violencia. Muy por encimita, intuyo que le gusta explorar la maldad humana. Poner al límite a sus personajes, sin hondar demasiado en las tonalidades grises que según él visten sus películas.

¿Ricos vs Pobres? ¿Blancos vs Indigenas?

Si estás esperando que «Nuevo Orden» sea la versión de los ricos de «Parasitos» o su versión antagónica, déjame avisarte que estás muy equivocado. Franco no está contando una lucha de clases. No está diciendo pobres resentidos contra ricos. Lo que él trata de narrar, de muy mala manera, es el levantamiento de un estado militarizado. Recuerda quizás a lo vivido en el sexenio de Calderón, o puede ser lo que él cree se avecina sino cambiamos de chip. 

Franco tampoco quiere que empatices con los ricos. Creo que este es el prejuicio que más equivocado está. Los ricos son personas vacías, superficiales, poco empáticas. En un libro básico de guionismo, Blake Snyder estipula que para que uno empatice con los protagonistas, usualmente se utiliza una escena donde el héroe salva a un gato. Así, en «Nuevo Orden» no hay escenas que indiquen que los ricos son los buenos de la historia. Podríamos decir que Marian, sí, pero es la única en toda la fiesta que se interesa por los demás. 

En ese mismo hilo, por otra parte tenemos al personaje de Rolando a quién vemos como por heridos de la manifestación o el caos de la ciudad, le sacan del IMSS a su esposa que necesita con urgencia una operación. Al momento que va en la casa donde es la boda es ignorado por sus ex patrones, en ese momento (o desde antes) podemos empezar a empatizar con él. De hecho es la historia que me hubiera gustado fuera más explotada. No fue así, se quedo ahí en el aire. 

Criticas mixtas.

Como es de esperarse, una cinta de esta categoría, suele tener opiniones bastante mixtas. Por un lado, tenemos a las personas que confirmaron sus prejuicios, y por otro lado las personas que no notaron el racismo del filme. Leí algunas críticas antes de ver la película. La curiosidad me orilló a buscar opiniones diversas. Verdaramente traté de ver los dos lados de la moneda. Creo firmemente que para hacerse de una opinión debemos exponernos a las dos partes. Al final, los dos bandos tienen un poco de razón.

Entre las criticas que leí, quiero resaltar la de Sergio Huidobro y la de Fernanda Solorzano, me pareció que fueron los que más dieron en el clavo de la cinta. Los dos son conscientes que «Nuevo Orden» carece de la sensabilidad que se le exige. No fue del todo adecuado invisibilizar la experiencia de los oprimidos. Porque es verdad que los que llevan el hilo narrativo son los privilegiados, aunque tampoco se les da la profundidad que Sergio dice tienen.

Lo que sentí que fue acertado de ellos dos, fue el hecho que no tuvieron una opinión muy polarizada, como otros que acusan a la película de ser la pólvora de los ricos para odiar a la gente morena que está a su servicio. En ese aspecto creo que la vieron con sus gafas de prejuicios, y cuando uno ya va predispuesto encuentra la quinta pata del gato. Antes de ver la película decidieron que sería una historia racista, clasista, peligrosa. Por mi parte, rechazo todo ello. No es un cuento de pobres contra blancos. No retrata a los movimientos sociales como violentos, ya que no hay algún punto donde podamos afirmar que se trata de un movimiento social. Solo vemos violencia proveniente del hartazgo social y la disparidad latente. Michel Franco quiere pintar el posible resultado de una sociedad polarizada con el mix de un gobierno dictatorial militarizado, sin mojarse en lo político o ideológico, tal vez ese fue su error, no ser más específico. Otro sería el quedarse con su perspectiva privilegiada de las cosas. 

Desgraciadamente, al final, los privilegiados no pierden muchos privilegios, pero tampoco ganaron. Parecen ser las únicas víctimas por la falta de exposición de las demás, las víctimas invisibles. El enemigo en «Nuevo Orden» no se percibe, si bien se intuye. El enemigo es el caos, es el odio, es el miedo, es la indiferencia. No obstante el enemigo no es el oprimido ni tampoco el privilegiado. Cuando reina la dictadura, todos somos víctimas.  Al menos eso es lo que yo entendí. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Promising Young Woman y sus detractoras.

Análisis de A él no le gustas tanto (2009)

Oda a las telenovelas.