Cuties y la hipersexualización que no queremos reconocer

 ¿Cuties es peor de lo que se piensa? Descúbrelo por ti mismo.

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Si tienes Twitter seguro conoces la polémica de Cuties, una de las últimas películas subidas a Netflix. Toda esta situación me aterra, estamos comenzando a buscar la censura de productos que no hemos visto bajo premisas fuera de contexto. Es preocupante la postura que se tiene ante este filme, porque demuestra el poco criterio que la sociedad actual tiene.

Nos hemos vuelto una sociedad de blancos y negros, buenos o malos, cuando en realiados estamos llenos de matices, todo tiene algo bueno o malo dentro de sí. Sin embargo, no quiero salirme de la línea de este post que es hablar de Cuties, y dar un poco de luz a su existencia, porque ya tiene demasiadas críticas negativas, muchas de personas que ni siquiera han visto la película.

Cuties.

Maïmouna Doucouré realizó «Mignonnes» con el fin de mostrar una realidad que no queremos ver. Es tanta la negación a la hipersexualización que se busca cancelar una película que expone este tipo de comportamientos que niñas preadolescentes reales están teniendo en las redes sociales. 

«Cuties», para mí, es todo menos una apología de la pedofilia. Ya que el foco de atención es Amy, una niña senegalesa que se muda a Francia. Narra más bien el viaje al autodescubrimiento que está teniendo la  protagonista de esta historia. Maïmouna nos narra el deseo de Amy por encontrar su lugar, por pertenecer, por ser apreciada por las demás personas. Porque justo en ese momento no entiende los cambios por los que está pasando -tanto físicos y emocionales - y de cierta manera es ignorada por la mamá, quien está teniendo también un cambio tremendo en su vida que ocupa todos sus pensamientos. El tema del baile y los primeros planos de los cuerpos de las niñas no son lo principal en el filme, es menos de la mitad del tiempo  global (estas imáganes son 22 min de 1 h 35 min), me parece reducir la historia, cuando en realidad retrata las visitudes que una niña de 11 años se enfrenta en un mundo hiperconectado e sexualizado.

Se menciona mucho la normalización de la pedofilia, aunque no hay ningún pedófilo en la cinta para que empaticemos con él, y veamos normal esas actitudes, o incluso dentro de la narrativa no hay justificación ni lugar para esa perversión. Es todo lo contrario, las escenas incomodas, donde la cámara sexualiza a las niñas mientras bailan, están ahí para mostrarnos lo mal que es la sexualización de niños, son perturbadoras por eso. Asimismo, Doucouré nos mostraba el rechazo de los adultos por las actitudes sexuales de las niñas, una de las escenas más criticadas, en la cual Amy le baila a dos guardias de seguridad, uno de ellos se incomoda tanto que las deja ir y reprende a su compañero por mirar a la niña de manera lasciva. Un error que se puede señalar es la falta de consecuencias a los actos de Amy, pero al mismo tiempo no es lo que pasa actualmente, niñas sexualizadas en línea parecen no tener consecuencias, sin embargo, si se están exponiendo a predadores listos para aprovecharse de su inocencia.

Cada momento nos recordaban que eran niñas jugando, imitando lo que ven en las redes sociales. La película es un retrato - demasiado fiel y explícito - a lo que están expuestas las preadolescentes. La imagen de la mujer semidesnuda perreando es una constante en sus vidas, de cierto modo es la regla, devenir en esas mujeres "empoderadas" e hipersexualizadas es a lo que tienen que aspirar. Basta con entrar a tiktok para notar como la mayoría de su contenido lleva una connotación sexual, o en Instagram las fotos donde más sexualizada está la persona, es la que más likes recibe. Los likes son la invitación a mostrar un poquito más de piel, a ser un poquito más sexual, al mismo tiempo que son la validación necesaria para ser aceptado en el mundo digital. 

¿Se convirtió en lo que juro destruir?

Los defensores de la cinta utilizan (utilizamos) el argumento que la directora buscaba criticar la hipersexualización de las niñas. Del mismo modo, el contra-argumento es que al buscar la critica cayó en eso que busca denunciar. Es difícil responder a lo último, porque es casi imposible celebrar los close-ups a las niñas mientras perreaban, podemos decir que eran hasta innecesarias, aunque al mismo tiempo le daban más autenticidad, le dan fuerza, e impacto a aquello que se cuenta. Lo más curioso es que esa gente que argumenta esto último, están utilizando precisamente las imágenes sexualizadoras que critican en vez de presentar las que muestran la infancia de las protagonistas. Supongo que es porque no tendría mucho sentido enjuiciarla de pedopornografía sin pruebas, ¿no debería ser igual con la obra de Maïmouna?

En el cine hay películas que llevan al límite la critica social, «Cuties» no es la primera ni será la última, incluso se sabe de cintas que muestran una violación tal cual. También las hay que son sugestivas en esas escenas, un ejemplo que está rondando por internet en contra del filme es la de «Little miss sunshine» donde el personaje de Abigail Breslin hace igualmente un baile lascivo, pero en este caso no hay encuadres explícitos ni mucho menos sexualizadores. 

¿Tenían que enseñarnos esas escenas para incitar la reflexión? Yo no tengo la respuesta, es probable que hay un millón de formas de retratar la hipersexualización sin caer en ella, hay un sinfin de ejemplos que se empiezan a citar, asímismo ejemplos que son peores que esta. De todos modos, depende mucho con que ojos la mires. En mi caso particular, vi la película y me pareció una conmovedora crónica de corte coming of age. Me recordó esa inocencia aún latente mientras de alguna manera ya te sientes mayor. Grandes ejemplos que utiliza la directora son los momentos en que las niñas no entendían nada de sexo, más precisamente cuando una de ellas juega con un condón que se encontró tirado sin tener la menor idea de lo que era. Es normal que a esa edad comiences a tener inquietudes sexuales, quizás lo peligroso sea acercarse demasiado a ese lugar sin la guía de una persona adulta. Maïmouna nos expone eso con algunos de los peligros, no obstante,  no mostró todos.

Cuando empezó con los close-ups sexuales, de los que fui consciente hasta después de la mitad de la película, me incomodé demasiado. No me agradó la decisión, pero he visto otras visiones que comparten que buscan eso, quizás la utilización de niñas con cuerpos a medio desarrollar ayuda a ese efecto. Sin embargo, en contexto tienen sentido, y más desde lo audiovisual porque no nos va a decir a través de diálogos "ESTO ESTÁ MAL",  se sirve de la fotogaría para mostrarnos la mirada y connotación de esos bailes, y al mismo tiempo nos muestra el gran contraste con esos cuerpos infantiles. 

Eso es algo que si podemos criticar, reflexionar al respecto, algo que supongo la directora buscaba era abrir el debate. Me da gusto que estemos hablando de ello, aunque es increíble que nos centremos en una ficción y no en lo que está delante de nosotros. Estamos muy ocupados hablando de si debería Netflix sacarla de su catálogo y poco atentos de lo que está pasando fuera de nuestras pantallas, poco atentos a los niños que están siendo sexualizados en las redes sociales. 

Protejamos a los niños

Queremos tapar el sol con un dedo, esa es la metáfora  que retrata el querer eliminar esta película. Acusar a  «Cuties» de incitar la pedofilia es casi lo mismo que decir que los videojuegos harán a tus hijos violentos. No obstante, no es la única queja, otra de ellas que ha recibido la cinta es el hecho de utilizar niñas para la filmación, por esas escenas de ellas perreando, la calificaron como explotación de menores.

Después de haberla visto me pregunté si era traumática, si era posible que "explotará menores", y sinceramente no me lo parece, bien que es un argumento válido. Los bailes de twerk no es algo desconocido para ellas, y si lo fuera, la directora les consiguió una psicóloga para acompañarlas en este proceso. Sin afán de justitificar, hay películas con menores protagonistas que tienen cortes más traumáticos para menores, por ejemplo «A los trece», donde Evan Rachel Wood tenía menos de 17 años cuando la grabó, y en el rodaje estuvo expuesta a temas de drogas, sexualidad, etc.  «Mignonnes» es más sutil, un poco conservador en su aproach, se aproxima más a la experiencia infantil. Además de estar en un contexto distinto al de Hollywood, donde los niños están expuestos a cosas peores aunque dentro la película que filmen sea toda inoncencia.

Podemos alegar que la cinta es en realidad para adultos, ¿por qué si es sobre niños no es para ellos? y es que en realidad es una película para cuestionar a los mayores sobre el peligro en el que están los niños al exponerse a redes sociales sin supervisión, sin una guía que les explique por qué la sexualidad no es  algo apropiado para su edad. Es más una cinta para padres de familia, una invitación para estar más cerca de sus hijos y protejerlos.

Cancelar «Cuties» solo habla de una cultura de prohibición, una cultura de esconder los pecados y fingir que todo es de color de rosa con la excusa de proteger a los niños. Cuando deberíamos hablar del tema, en vez de  hacerlo algo prohibido. Y menos cuando los programas infantiles sí promocionan la sexualización de las niñas, de una manera más subliminal. Cancelar «Cuties» es cerrar los ojos a la realidad, es fingir que en TikTok no hay niñas perreando, que Danielle Cohn no existe. ¿Acaso se prohibió Dance Moms cuando una de las fotos de esas niñas bailarinas anda rondando por la similitud al primer poster de Netflix?

La sexualización de las niñas esta por doquier, solo hay que abrir los ojos para notarlo. Es bueno saber que a la mayoría  de la gente nos parece algo preocupante y quiero agradecer a esta cinta por despertarnos, ojalá estemos más alerta de las señales, porque la normalización no va a ser una demostración vulgar de la realidad, va a ser sutil, como el cambio de nombre de la pedofilia. 

Quizás me equivoqué y sí es una manera de normalizarla.  Sin embargo, el problema no es la película, son los pedófilos. Seguimos justificando y creyendo que es culpa de niños perreadores o de obras audiovisuales que adultifican a los niños que haya pedófilos cuando seguramente preferirán a una niña vestida con una pijama de Hello Kitty. Tampoco niego que verán la cinta con ojos de perversión, pero quitarles esta cinta no exime que tengan tantitisimo contenido "pornográfico" en TikTok y YouTube. 

¿Nadie debería verla?


La película no es una aberración, puede ser totalmente cuestionable en algunas de sus ejecuciones/decisiones mientras es brillante en otras. Como obra audiovisual es buena, comunica sin necesidad de diálogos, y las actuaciones de parte de las niñas fueron magistrales (esperemos de verdad que no suponga un trauma para ellas). Es una película que tiene un casting bastante diverso. Su directora es una mujer de origen Senegalés, por esa parte me sorprende el rechazo total, ya que se pide más inclusión y quieren quemar una que lo hace. 

Creo que un gran complemento para comprender el filme es escuchar a Maïmouna Doucouré, enriquece demasiado la experiencia. Quizás no fue la mejor decisión para criticar la hipersexualización, pero verla sin prejuicios ayuda a cuestionarnos un montón de cosas. Entre ellas ¿realmente el perreo es un baile sexual? Recordando mi infancia/quasiadolescencia, ver a mis amigas "perrear" no era considerado por mí algo sexual, solo era un baile, fue al crecer que empecé a cargar más prejuicios y ahora pensar en alguien de 11 años bailar así me parece escalofriante. En teoría la cinta, sí logra la reflexión, y aparentemente ese era el objetivo.

Respondiendo a la pregunta, creo que si tienes una mente abierta, y estás dispuesto a verla sin prejuicios, la veas, crea tu propia opinión. Curiosamente, como dato muy extra, hice ver a una amiga la cinta sin mucho contexto más que la palabra pedofilia y le pareció de lo más sutil y bonita, me dijo que pensaba que sería peor. 

Por otra parte, esta película nos hizo darnos cuenta de la falta que nos hace pensar por nosotros mismos, de lo fútil que es opinar de algo sin informarnos antes, sin buscar crear nuestro propio pensamiento. Es hora de dejarnos de llevar por prejuicios, nos urge cuestionar todo lo que leemos, vemos, y escuchamos en internet. 

Quizás sí tengan razón y «Cuties» es lo peor del mundo,  pero no permitas no llegar a esa conclusión por ti mismo. También está bien si decides no verla, no pasa nada, no te pierdes de gran cosa. 


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