1917 dir. Sam Mendes

La meta para cualquier cineasta, desde mi perspectiva, es crear imágenes memorables, imágenes que se queden en la mente de los espectadores o incluso en los que no han visto la película. Eso es lo que logra Sam Mendes en la secuencia a campo abierto en su última cinta 1917, una secuencia completamente memorable, claramente merecedora de su premio a los Golden Globes, evidentemente, también es importante destacar a Roger Deakins por su trabajo en la cinematografía. Incluso, ésta no sería la primera escena que queda impregnada en nuestra memoria, porque es algo que también consiguió en American Beauty (1999).



He leído muchas críticas donde celebran la maestría técnica del filme y reprochan a Mendes la falta de historia, la falta de una construcción de personajes apabullantes, algo en lo que siempre se destacó en trabajos anteriores, sin embargo, no comparto ese decreto, tampoco lo descarto del todo. Sin embargo, 1917 no carece de alma (algo que otros filmes de destreza técnica sobre trama con los que se pudiera comparar si les hace falta) Mendes y Krysty Wilson lograron que se empatizara con los personajes, es gracias a esa empatía que fundó la tensión de todo el filme, es decir, queríamos que sobrevivieran a esa aventura con la que tenían todas las de perder. Igualmente, sí hay un crecimiento del personaje de George Mackay (Cabo Schofield), al principio lo veíamos renuente a emprender la misión, mientras que Blake (Dean Charles Chapman) era todo optimismo, mientras que en el desenlace Schofield cambió radicalmente.   Otro argumento a favor, es que la historia tiene un tiempo muy corto como para que realmente se pueda o se reproche la falta de crecimiento de los personajes.

Sobre el mismo aspecto, Mendes nos pinta escenas exclusivas para crear empatía, donde no lo dice con diálogos, no los cuenta con imágenes mezclados con la música adecuada. Aparte de la secuencia citada al principio, hay otra donde vemos  Schofield llevado por el río mientras caen pétalos del cerezo, con esto remontamos a otra y hace que nuestro corazón sienta. Con esto no puedo negar que los personajes son reales, o que el producto de Mendes sea cualquier película, porque no lo es, es otra cosa. 

Algo donde sí podría hacer reproche es que en algunas partes la música no parecía ser adecuada. Sin embargo, la similitud con los videojuegos tampoco me produce un motivo para calificar negativamente la cinta. 

Inevitablemente por las premiaciones, mismo que dijo Fernanda Solorzano en su crítica de la película, se compara a 1917 con su competencia. No diré que 1917 es mejor que Parasitos de Bong Joon-Ho, porque las dos tienen un gran nivel, pero si me gustaría decir que Joker de Todd Phillips se queda en pañales, no están al mismo nivel, mientras que en esta sientes que cada escena tiene razón de ser, en Joker no podemos decir lo mismo. Ahora bien, no puedo comparar aún la cinta con Little Women o The Irishman porque no las he visto, mismamente Marriage Story aunque me movió todo, no creo que sea mejor que la de Mendes. 

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