Las noticias de Estados Unidos sobre el aborto me incitaron a buscar la película de Gloria Steinem. Pero, el destino trabaja de maneras incomprensibles: terminé viendo un documental sobre el cambio de imagen de Barbie.
Siento que el tema de Barbie siempre es relevante. Es un ícono de los juguetes, de la moda, de lo que representa la feminidad. Hoy lo es todavía más, se aproxima la película que todas están esperando -menos yo porque no soy como las demás- : Barbie dirigida por Greta Gerwig. La relación está en que de cierta manera Mattel está involucrada en la cinta y quizás tenga que ver mucho en la sinopsis que está en internet.
Sin embargo, lo que me tiene aquí escribiendo este blog es el peso que estamos poniendo en una muñeca de plástico. El odio a Barbie en momentos parece gratuito. Rebobinemos un poco, ella es un juguete que vino a cambiar la manera en que como niñas podíamos jugar. Si las opciones en los 90 eran limitadas, en 1959 lo era aún más.
Barbie no vino de la mente de un hombre, al menos no la idea de juguete para niñas. Sino de Ruth Handler que quería brindar otro juguete a su hija Barbara. La ruptura con la transgresión de Barbie vino en la década de los 70, porque representaba todo lo que el patriarcado esperaba de las mujeres: ser un objeto (y Barbie literalmente lo era).
¿Por qué vemos a Barbie como una enemiga activa del feminismo?
Un hecho que me hace preguntarme si realmente soy feminista es el rechazo de lo femenino. Si bien entiendo que el rol es una manera de cortarnos las alas, no veo ese hecho en Barbie. Para mí, Barbie era la prueba fehaciente de que podíamos ser quien quisiéramos ser y que no teníamos que encajar en roles masculinos para conseguirlo.
Siento que de una manera retorcida, el rechazo a Barbie viene de que seguimos con la idea de encasillar a las personas en un solo estereotipo: o eres femenina (en algunos contextos, un hecho negativo) o masculina (en algunos contextos, un hecho negativo).
Pero claro, no vamos a dejar de lado que Barbie SÍ es problemática en el hecho de que mostraba (no sé si hoy en día sigue vigente ese hecho) una imagen imposible de lo que era ser mujer y claro, también era un recuerdo que si fallaste en no conseguir tus sueños eras una fracasada.
Hay pruebas de que Barbie tenía discursos en pro de los estándares de bellezas, un libro de dietas que la acompañaba, o la báscula con un peso en permanencia. Entonces, no niego que tiene aspectos cuestionables, sobre todo porque es una versión muy estereotípica de la mujer y con nada de matiz. Y el hecho de ser un objeto me parece una idea interesantísima de explorar en cómo funciona ese hecho para que nosotras mismas sigamos permitiendo ser cosificadas.
Barbie también es reivindicativa
También es cierto que Barbie fue compañera de juegos durante nuestra tierna infancia. A muchas les enseñó el camino que llevar y en general, Barbie nunca ha estado totalmente a favor de solo ser la esposa de alguien. Siempre ha habido Barbies con carreras profesionales, y varias presidentas y astronautas.
Mis observaciones son que al final Barbie es vista como una mujer más y como tal, por no ser perfecta, por no reivindicar lo que se espera de ella debe ser crucificada. Es increíble todo el peso que tienen que soportar sus pequeños hombros. Porque, claro, no puede ser la que va en contra de la feminidad del todo, pero tampoco puede ir en contra de los estándares de belleza, y si lo hiciera sería criticada igualmente.
Pero creo que lo que más me llama la atención es la activa negación que tenemos a la feminidad. Ninguna de estas criticas nos responden por qué está mal ser femenina. Por mi parte yo veo grandioso poder expresar mis sentimientos, disfrutar de la ropa bonita y el maquillaje, porque mi valor como persona no depende de eso, sino de mis talentos. Disfrutar de mi lado femenino no incapacita mi inteligencia, quizás ese es el problema, que seguimos sin poder asociar la feminidad con el poder o algo positivo. . Porque entre más carreras recolectaba Barbie, su existencia era más menospreciada. Pareciera irreconciliable su belleza con su capacidad como profesional.
A veces se nos olvida que los roles de género van más allá de un simple juguete. Barbie no es el patriarcado hecho muñeca, ni es la liberación femenina. Eso, de cierta forma, esta en las manos de quienes educan a sus hijas, de quienes les dicen que es posible que rompa los roles de género. Barbie no es responsable de todos nuestros traumas como mujeres, pero sus criticas es un recuerdo constante que nada de lo que hagamos las mujeres parece ser suficiente.
Barbie es un modelo o un reflejo de la mujer
Estudiar a Barbie es muy interesante. Se puede hacer desde varios enfoques, uno de ellos el marketing, la psicología, la representación femenina, etc. Pero en cualquiera de esos enfoques no podemos dejar de lado su evolución y lo más claro que vemos es que va en paralelo con la evolución de la mujer a lo largo de estas últimas 60 décadas.
La primera Barbie fue una modelo y un novia. Claramente apuntaba a la única opción de la mujer: ser ama de casa. Pero poco a poco fue cambiando con la mujer. Entonces, esto despierta la pregunta ¿Barbie es una respuesta a lo que sucede con las mujeres reales o es un modelo que se piensa imponer en las niñas? A mi me gusta creer que es una respuesta y un poco modelo, porque al final, sigue manteniendo estereotipos que nos impiden sacar todo nuestro potencial.
El documental Tiny Shoulders Rethinking Barbie
Lo recomiendo mucho, porque es un claro ejemplo de la crisis de la feminidad. De los discursos que hay sobre quién es una buena feminista y que implica serlo. Se ve toda la decadencia de lo que Barbie como marca representa. ¿Podrá salir de esto? En general, este documental despierta mucha introspección sobre lo que Barbie ha significado en mi vida.
También me hace repensar en cómo es posible que desde niñas amemos crear historias y las autoras y directoras sean minoría. Me parece increíble que como sociedad se le asocie el mundo interior a lo femenino, pero se valorice más cuando lo hace un hombre. En fin, son pensamientos sin pies y cabeza.
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