Veneno: ¿Cómo denunciar la violencia simbólicas hacia las mujeres trans sin caer en ella?

 Mientras veía la serie Veneno, quise revisar la veracidad de las entrevistas en televisión que dramatizan. En un vídeo hubo una frase que me marcó a la hora de seguir mirando la serie. "Eres un juguete roto de la televisión". Esas fueron las palabras con las que un conductor llamó a Cristina después de salir de la cárcel y haber sido invitada por ellos para "burlarse" de ella. 

Escuchar eso me hizo clic. Veneno para los medios fue un juguete, un espectáculo del cual servirse, y sin el menor miramiento, desecharla cuando decidieron que ya no les servía. Eso sí, una que otra vez volvían a jugar con ella para ganar más dinero a sus costillas. No dudo que Cristina disfrutará de la atención y ganará dinero a cambio de prestarse a ello, hasta posiblemente no lo viera mal. De todos modos, no era la primera vez que se vendía, que se mostraba como una mercancía ante la gente. Aunque eso no la hiciera menos persona que tú o yo.




 Todo eso cambió mi perspectiva de cómo estaba mirando la serie. Me sentí rara, y sobretodo dividida. Porque por un lado los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo; "Paquita Salas") consiguieron conmoverme hasta las lágrimas a la par que quería salvar a Cristina de su perdición. De cierta manera veo esta serie como un homenaje a la Veneno, al final es así como me la están vendiendo ¿no? Y al mismo cuestionó la representación de esta gran icono española. Hay algo que todavía me termina de encajar.

Definitivamente, no estoy preparada para enjuiciar esta producción como algo que perpetúa valores negativos hacia el colectivo LGBTQ+. Pues, creo que nos retrata la realidad muchas mujeres trans: la prostitución, el desprecio de la familia, sobretodo de la sociedad entera. A primera vista parece ser una buena representación de lo que vivió Veneno, y hasta cierto punto puede sentirse como una denuncia en contra de lo que ella vivió. 

Ya que puedo sentir que los Javis y -sobretodo- Valeria Vegas quisieron hacerle una carta de amor y agradecimiento a Cristina, además de hacerle justicia a lo que representa para muchos españoles, especialmente al colectivo. Porque ella fue un gran referente para las generaciones actuales de mujeres trans. Ella les mostró que no tenían que sentir miedo de ser quiénes son. De igual manera, les enseñó que no deben dejar que el modo que sean mirades les detenga a seguir siendo elles mismes. Ese mensaje salva un poco la pequeña parte oscura de la serie. El hecho que una de las televisoras que la utilizó y degradó en televisión nacional sea ahora quien cuente su historia, me sabe mal. 

Por otra parte, la serie tiene grandes aciertos como lo es tener personas trans contando sus vivencias a través de los personajes de Veneno. Todos los personajes trans fueron representadas por personas trans, es un gran avance. Aunque, también he de decir que el cambio entre Jedet y Daniela Santiago se me hizo un poco cuestionable por la inverosimilitud de que hace un segundo se viera de una manera y al otro ya era alguien totalmente distinta. Sí está justificada, pero se me hizo un momento bastante raro.

Cabe resaltar que supieron unir las piezas de la historia de una manera muy interesante. Fue muy inteligente que el hilo conector fuera el elemento de donde estaba saliendo toda la historia, la novela. Por supuesto conocer a Valeria en su transición fue también un gran acierto para darle más dinamismo a la serie. El ritmo con el que cambiaban de época, la hizo muy dinámica y fácil de disfrutar.

Los personajes se sintieron reales, además que las actuaciones fueron buenas, especialmente la de Joselito de 7 años, su escena en la primera comunión fue una de mis escenas favoritas. Me gustó mucho cómo trabajaron con las fantasías de la Veneno entretejiéndolas a la perfección dentro de la ficción que estaban construyendo con la memoria escrita por Valeria Vegas "¡Digo! ni puta ni santa".  

Los Javis realmente crearon una gran serie que cuenta muy conmovedoramente la historia del gran mito que es Cristina "La Veneno". Su trabajo a la hora de recrear las imágenes de los 90, fue exquisito. Quizás el tiempo tan limitado del formato de una miniserie impidió que conociéramos aún más a Cristina, pero lo que nos enseñaron bastó para que quisiéramos abrazarla y darle la justicia que no tuvo cuando vivía.  La pregunta que titula esta entrada solo me hace acertar que hicieron un gran trabajo denunciando la transfobia de los 90 y que aún hoy en día está latente.  Aunque por otro lado no está de más continuar en preguntarse si realmente lo consiguieron. 

Puedes disfrutarla por HBO Max. 

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