¿Fatherhood de Netflix rompe estereotipos sobre la paternidad y crianza?

 En contra de todo pronóstico,  miré #FatherhoodNetflix. Lo hice a pesar de que sabía, incluso antes de verla y por la razón que no la quería ver, que me expondría a una película que busca ensalzar la paternidad en la coyuntura comercial del wokismo y la (in)corrección política.



Quizás se puede pensar que no es por motivos monetarios o una limpieza de imagen para Kevin Hart, pero si nos ponemos a recordar la cantidad de películas y series que hay donde se retrata a un papá soltero, ya empezamos a ver la película con cierta reticencia. Su gran aporte - según algunos - es que rompe estereotipos y muestra una crianza respetuosa, sin embargo a mi me pareció que no es tan innovadora y sobre todo tiene unos detalles bastante cuestionables dentro de esas alabanzas.

En este punto, es imposible no mencionar que Fatherhood, la cinta dirigida por Paul Weitz (about a boy, 2002) está basada en una memoria titulada “Two kisses for Maddy” escrita por Matthew Logelin donde narra su experiencia como padre soltero después de la pérdida de su esposa Liz. Entonces tomando esto en cuenta no criticaré el estereotipo de: "si falta la figura materna la niña es masculina, o viceversa el niño será femenino", ya que no es como tal un error de la película sino un hecho que Maddy Logelin es una niña masculina (no quiero asumir su género pero no encontré una fuente que diga que es trans/non binary). No obstante a continuación voy a criticar algunos detalles, que vistos desde mi perspectiva, son cuestionables. 

Lo primero que me hizo ruido de Fatherhood fue la pésima relación de Matt con su suegra, incluso es vista un poco como la villana de la paternidad de Matt, mientras que el suegro era un ser muy sabio. Con esto  somos expuestos al hecho que él sólo aceptó consejos de crianza del Suegro y no de la suegra.  Se que aquí podemos decir: "pero bueno el suegro quizás estuvo muy involucrado en la crianza de la hija". Esto podría ser algo de gran valor porque podríamos haber visto que el abuelo también fue un padre que no hacía lo mínimo para la crianza de su hija, y se quedó a medias ya que en lo que nos muestra la cinta, el abuelo realmente no es muy participativo a la hora de cuidar a Maddy. Por lo tanto sí me sorprendió que en ningún momento acudiera a su suegra o a su mamá para aprender a criar a su hija (nadie nace sabiendo), lo cual le hubiera facilitado muchísimo el cuidado y más que nada por detalles técnicos como poner un pañal, o como curar los cólicos.

Pero ok, dejemoslo pasar su soberbia porque entendemos que la suegra le quería quitar a la niña (o quería facilitarle la crianza) puesto que él antes de la muerte de su esposa no era exactamente la responsabilidad hecha persona.  Es ahí donde Matt empieza a caer mal, porque de todos modos, de acuerdo a él, no necesitaba ayuda para cuidar a Maddy.  De hecho, nunca buscó a un doctor para ver porque lloraba tanto la niña (pero claro hay que entender que le mataron a la esposa, tenemos que ser indulgentes porque es viudo). Fue hasta más avanzados los lloriqueos que busco un grupo de nuevos padres. Lo cual para mi fue interesante ver como lo rechazaban por ser hombre, sin embargo no ahondaron más en ese grupo, es más ni nos enteramos del nombre de esas madres que ayudaron a Matt en un momento de apuro. 

Utilizaron más minutos en forzarnos a empatizar con Matt porque estaba solo, además de tenerlo difícil porque el estereotipo de que solo las mujeres pueden dedicarse a la crianza no lo ayudaba (nótese el sarcasmo), que en mostrarnos realmente su crecimiento como padre, que desde mi perspectiva es bastante cuestionable. 

Este es el momento de señalar dónde encuentro un problema con su supuesta crianza respetuosa. Al parecer, muchas personas ven normal que se rompan reglas, porque la crianza respetuosa es enseñarle a Maddy que no se necesitan las reglas si no nos gustan... ¿perdona? En esta película funciona y lo dejamos pasar porque todos sabemos y abogamos que la ropa no tiene género, también el hecho de que nos cuenten que era la escuela donde la mamá quería que fuera Maddy ayuda mucho a que nos aferramos a que Maddy rompa las reglas. No obstante, me preguntó qué tiene de crianza respetuosa dejar que tus hijes rompan las reglas, ¿dónde queda el respeto a las reglas que sirven para la convivencia?, por otra parte si la ropa no tiene género porque le causa tanto conflicto usar por 8 horas una falda - que es el uniforme y Matt firmó el papel donde accedía -. En fin, lo dejaré pasar un poco por la disforia de género, así que disculpen por ser insensible antes. Luego, Matt intenta que su hija use ropa para niñas y le enseña calzones y ella prefiere boxers, y yo pregunto: ¿era necesario enseñarnos ropa interior infantil para mostrar que la niña quiere usar ropa de niño? 

Al final se resuelve el problema porque la producción toma la decisión arriesgadísima de que en las escenas postcréditos Matt use una falda en protesta (un hecho al que ya estamos expuestos continuamente en redes sociales) y rápido la Madre superiora cambia el código de vestimenta, cuando simplemente podría cambiarla de escuela.  Por cierto esta línea narrativa no aportaba nada al trama solo sirve para que veamos a Matt como un muy buen papá, a pesar de sus errores garrafales y ser un señor muy egoísta.

Matt como personaje no lo soporté. Se me hizo nefasto. Mirándolo en retrospectiva casi nunca lo vimos limpiando o cocinando (en serio ¿dónde está la gran ruptura de estereotipos de la que me perdí?). Más bien lo vimos siendo un padre más o menos responsable (ya cuando se supone que es buen padre, la deja en el súper) y muy aprensivo, nunca quiso dejar a la niña con una niñera o dejarla con su suegra un mes para irse a Croacia parecía impensable. De hecho, vemos como el trabaja mientras cuida a la niña; es curioso si pensamos que las mujeres están relegado a lo privado, él está ejerciendo su paternidad en lo público y es felicitado por cumplir su responsabilidad como padre. Asimismo, ¿él estaría ejerciendo así su paternidad sin que fuera obligado por la pérdida de su esposa? Nos faltan más películas donde el hombre activamente disfrute su paternidad sin importar los prejuicios, no otro que casi no le quedó otra opción.

Definitivamente esta película no ofrece nada que no haya sido visto antes (una escena casi copia por completo al corto Hair, donde un padre con ascendencia africana peina a su hija). Lo increíble es como alabamos hombres que son activos en la crianza como si fueran superhombres, cuando solo están haciendo lo que les corresponde como progenitores. Incluso Lizzie, la chica con la que empieza a salir en la película, hace referencia a que le sorprende que esté soltero por lo atractivo que es para muchas un hombre que cuide a sus hijos. Tampoco hay que olvidarnos que la historia real detrás de Fatherhood se hizo viral, lo cual hace que me cuestione lo siguiente: ¿un blog sobre una madre viuda hubiera tenido el mismo éxito?

Sobre lo técnico de esta película co-escrita por Paul Weitz y Dana Strevens podemos señalar las sorprendentes actuaciones de Kevin Hart y Melody Hurd (Maddy Logenlin), su química fue increíble. Gracias a ella (más que a él) pueden cumplir su cometido de robarte lágrimas. Porque en otros aspectos brillan por su ausencia, sin embargo es algo esperable de producciones cuya meta principal es entretener, pues Fatherhood como feel good movie es genial, lloras y ríes en las medidas exactas, aunque esto tenga por parte negativa ser altamente predecible y un poco aburrida ya por la segunda mitad. 



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