Nace una estrella.

A Star is Born es el remake por excelencia.

He caído en cuenta que los remakes es un tema que se repite en mi blog, no pueden culparme, levantas una piedra y hay uno nuevo. Es interesante, porque en el mundo del entretenimiento es un tema delicado, uno debatible. De todos modos, aquí hablaremos un poco de A Star is Born, la versión de Bradley Cooper.

Generalmente, escribo mi opinión de una película o serie, sin más. Otras veces, reseñas u otras criticas despiertan ciertos puntos que quiero expresar. Como tal, A star is Born es un melodrama, no hay más. ¿Funciona? Claro, después de 4 versiones es evidente que sí, al final, esta misma termina siendo una metáfora de los remakes. 

¿Por qué? hay un diálogo específico  en el filme que lo describe a la perfección, esta dice: "Sólo hay 12 notas entre cualquier octava, y luego, la octava se repite. Todo lo que cualquier artista puede ofrecer al mundo es como ellos ven esas 12 notas, y ya está". Con esto esta claro que en cualquier disciplina, la historia se repite una y otra vez, pero todo cambia en el modo que el creador la moldea.

Me gustaría decir que vi las anteriores versiones, pero la realidad es que no, ni me motiva; de hecho, estaba reacia a ver esta, sin embargo, al ver tantas buenas referencias a ella, le di la oportunidad. Me gustó, a secas. Tiene un grave problema: dura 2 horas aproximadamente, y es rapidísima. Resulta contradictorio, pero es que no tiene escenas suficientemente memorables, porque todo es un flash, cuando te diste cuenta ya se acabó. No hay un momento para saborear lo que sucede, incluso puede llegar a ser algo incomprensible. Considero que algunas escenas pudieron ser sacrificadas para que nos contaran más cosas en escenas largas.

De todos modos, la película resulta una buena opera prima para Bradley Cooper. Lady Gaga brilla con su talento, las canciones son preciosas. Y en conjunto, es una buena forma de volver a traer a la escena popular esta historia.