Oda a las telenovelas.



La cultura francesa siempre me ha gustado muchísimo, creo que la razón primordial de esto, es la idealización que me hice durante mi infancia; en ese entonces, para mí, lo bonito era sinónimo de francés. Reconozco que ahora he crecido y no forma parte de mi imaginario, sin embargo, me sigue atrayendo como imán esa cultura. Al grado que estoy aprendiendo la lengua de Molière (algo evidente gracias a todas esas reseñas que tengo de películas francesas). Entonces, yo siendo la persona que soy, amante del melodrama televiso, pregunté un buen día a mi estimado profesor: ¿Cómo se dice en francés telenovela? a lo que él respondió - 'Feuilleton'; que en su origen viene de feuille: hoja o folio (en España).

Desde que me enteré de ese dato casi inútil, me causó curiosidad que se relacionará -hipotéticamente en mi pensar- con el hojear. Por ahí iba llegando a conclusiones que no tenían mucho que ver con la razón por cual se le llamaba así a las telenovelas en Francia. 
Ahora aterrizando en 2018, mientras veía un vídeo en youtube sobre "Los Miserables" de Victor Hugo, automáticamente recordé que se había publicado por entregas al periódico dicha novela clásica. Entonces, al obsesionarme con que si tenía razón o no, di con una enseñanza que me inspiró a escribir esta oda a las series y telenovelas - especialmente a las segundas.

Aprendí que las telenovelas han estado en nuestro mundo desde tiempos memorables. Qué lo único que ha cambiado son los canales de su distribución, porque como quizá ya se lo iban imaginando: las novelas por entregas se les llamaba FOLLETÍN, que prácticamente es como se les sigue diciendo en el francés. 

Sorpresivamente para muchos, sigue existiendo este formato de divulgación literaria en algunas revistas, en periódicos desconozco, tendría que revisar el dato. Pero en tiempos de Victor Hugo y Alejandro Dumas, se publicaban partes de sus novelas, como en la televisión las telenovelas. También hay que reconocer que dentro de su evolución de folletín a telenovela, se difundieron en la radio por igual; y parece que siguen existiendo en la actualidad las radionovelas.

Regresando a los folletines, estos nacieron por lo caros que eran los libros, por lo tanto, fue la primera forma de democratizar el acceso a literatura, al entretenimiento de igual forma, aunque era vista como literatura basura - percepción que se tiene de las telenovelas-, pues al tener que entregar tantos capítulos con cierta duración, el escritor se veía obligado a no experimentar un estilo propio y alargar situaciones que no aportaban grandes cosas a la trama de la historia. Por otra parte, este medio, solía ser más rentable tanto para las imprentas como para los escritores. 

Es importante reconocer que dentro de este 'género' literario, el público principal eran mujeres, por lo que les presentaban situaciones de romance, son las que se atrevieron a ser auténticos los que lograron un cierto reconocimiento, obstante del menosprecio que existía por este medio emergente. Pues a pesar de las inclemencias que tenían que realizar los escritores, grandes clásicos nacieron de esto como: "los miserables" y los "tres mosqueteros".

Ahora, en suma, los mismos motivos que hacían que los escritores publicaran cualquier cosa por la demanda del periódico, sigue estando presente en tanto telenovelas como series. Hay veces que notamos que el uso del tiempo no es el correcto y hasta aburre al espectador de lo insustancial que es para la historia cierta escena. No obstante, estas telenovelas o series, logran que personas que en su poca posibilidad o por lo que sea, tengan acceso a historias que los hagan imaginar, que los distraigan un poco del trabajo y sus problemas, o incluso que conozcan clásicos presentados en adaptaciones más fáciles de asimilar. Al final, absorben los imaginarios colectivos que han traído dichas narraciones atemporales.

Es notorio que las telenovelas parezcan que siempre cuenten las mismas situaciones una y otra vez. Además son aquellas las que se atreven a innovar en su estructura las que rompen los paradigmas de la gente sobre ellas. Por otra parte hay que admitir que aunque leamos una novela prestigiosa e intelectualmente reconocida, o que tenga la fama de ser original, quizá leyéndola nos encontremos con alguna que otra similitud con la tragedia de Romeo y Julieta o otro poco del hidalgo que imaginó Cervantes, y así también pasa en las películas -que constantemente adaptan obras literarias. Prácticamente ninguna obra literaria o audiovisual o de arte es completamente original, ¿por qué exigimos eso en las telenovelas? 

La respuesta no la tengo, pero sé porque me encantan; pues me hacen descubrir realidades ajenas a las mías, y hasta aprendo sobre la psicología humana observando como esos actores actúan - quizá no tan bien, que ojo, pasa igualmente en las series- en ciertos acontecimientos. Esos diálogos que a veces cuentan con palabras de antaño, hacen crecer mi vocabulario. Con las telenovelas he aprendido lo complejo que resulta enriquecer la mente con algo tan "superficial". Gracias a esto, ahora de cualquier "basura", absorbo lo bueno y lo malo lo deshecho como el cuerpo hace con la alimentación.

Por otra parte, quiero reflexionar de como despreciamos las telenovelas, pero enaltecemos las series. En su base, son la misma cosa. La única diferencia son las entregas por temporadas y además las series no salen todos los días. Tomando en cuenta que una telenovela tiene que salir de lunes a viernes, debemos aceptar que eso le resta un poco a la calidad, pues hay mucha cantidad que sacar al aire, y a pesar de eso, no tienen nada que pedirle a una serie producida en Hollywood. 

De esto, caí en la conclusión que este rechazo nace de despreciar lo nacional y añorar lo extranjero. Reconozco que yo también he caído en este menosprecio a las telenovelas, ya que durante años me he avergonzado de mi pasión por ellas. Y en este post, quiero redimirlas, y enaltecerlas dentro de lo que se puede, porque admito que sí tiene carencias , aunque tampoco son peores que las series que últimamente nos está ofreciendo Netflix. En sí, productoras como Disney no se salvan de diálogos cursis como los de nuestras queridas telenovelas mexicanas. La razón por la cual no los identificamos con facilidad es esa preferencia por lo extranjero, por lo ajeno que el inglés nos es, muy a pesar de que dominemos el idioma. El que tengan una 'mejor tecnología' no resta que en sustancia, nos están dando la misma calidad, pero a una parte le queremos exigir más que a la otra. Son finalmente hermanas de lo que nació como "folletín".










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